¿Qué tal les caería un rico solomillo de cerdo guisado con salsa de tamarindo, o… un pescado o un pollito, es más; una rica ensalada aderezada con ésta rica salsa que les presentamos hoy?
Vamos a preparar salsa de tamarindo, ¡yummm!.
Ingredientes
Para 8 personas
Tamarindo (vainas) 12
Agua 150 ml
Azúcar 60 g
Vinagre de vino blanco 30 ml
Cómo hacer salsa de tamarindo
Dificultad: Fácil
Tiempo total 15 m
Cocción 15 m
La primera operación es sacar la pulpa de las vainas de tamarindo. Al retirar la cáscara, las semillas (una especie de bolas) vienen unidas por unas hebras o hilo que hay que desechar. Después, abrimos cada uno de los frutos y retiramos las semillas que están en su interior.
Ponemos la pulpa de tamarindo una vez libre de semillas en un cazo y las dejamos unos minutos en remojo, mejor en agua templada para ablandarla. Después, encendemos el fuego y vamos removiendo para deshacer la pulpa, teniendo cuidado de que no se nos pegue. Añadimos azúcar y un poco de vinagre y seguimos removiendo con la cuchara.
Hay varias posibilidades con esta salsa, para personalizarla o adaptarla al plato que se pretenda cocinar con ella. Si se va a dar un toque picante al sabor natural intenso y con cierto ácido del tamarindo, se pueden añadir pimientos o chiles y un chorro de limón. También es frecuente añadir un poco de tomate frito, o un poco de maicena disuelta en agua fría, para darle cuerpo y textura a la salsa.
Si se va a utilizar en platos de cocina asiática, puedes añadir una o dos cucharadas de salsa soja, que condimentará la salsa de tamarindo y le dará un toque oriental. También puedes añadir citronella o limoncillo finamente picado, o 1/2 diente de ajo.
Para terminar la receta, trituramos todos los ingredientes con la batidora y pasamos la salsa resultante por un colador para eliminar los restos o grumos que puedan haber quedado, añadiendo agua en su caso si queda demasiado espeso. Ya la tenemos lista para futuras preparaciones.
Con qué usar y acompañar la salsa de tamarindo
La salsa de tamarindo que acabamos de ver es excelente para usar como condimento en purés de verdura, añadiendo una cucharadita de postre a cada plato al servirlo, y también para aderezar ensaladas, o condimentar platos de carnes, pollo y pescado como el solomillo de cerdo guisado con salsa de tamarindo que es todo un manjar.